lunes

como si qué.
como si fuéramos seres estáticos, caminamos por la calle. seres atemporales, asensitivos, amorfos. articulados, seres artífices de la rutina artrópoda.
como si no pasara nada, todos de la misma forma, caminamos. la raya bien puesta en el gesto y los cachetes...eso sí nos diferencia, rayas más o menos pronunciadas, cachetes más o menos regordetes, sonrojados o redondos. caras de culo al fin; para qué tanta calecita: culos con cuerpo, piernas, brazos y ojos.


culos caminan como si su vida fuera rectilínea. todos rectos, como si nada. exáctamente así.
los culos son culos todo el día, y, por la noche, llegan a sus casas. ¡son culos hasta en sus casas!. siempre la misma rutina artrópoda familiar: charla precena, comida anal y a la cama.

es ahí, donde ya no puede mantener la rectilínea raya meridional, y los cachetes comienzan a moverse espásticamente, epilépticamente.

es ahí, donde el culo deja de ser culo y se encuentra con sí mismo.

es ahí, finalmente, donde el culo estalla en una pedorrea infernal, y la diarrea se dispersa por todo el cuarto. una explosión de mierda fétida.

recompuesto de la catarsis escatológica, el culo se rehace. limpia sus lágrimas de pedo pestilente, y se acuesta para levantarse al día siguiente y volver a articularse en la misma rutina artrópoda de todos los días.